¿Qué diferencia hay entre jamón serrano y ibérico?

El dilema del jamón: Serrano vs. Ibérico

Si alguna vez te has encontrado en el supermercado, parado frente al estante de jamones, con una expresión de confusión y una leve crisis existencial... ¡Este artículo es para ti! Hoy vamos a diseccionar, sin necesidad de cuchillo jamonero, las diferencias claves entre el famoso jamón serrano y el exquisito jamón ibérico.

Origen y raza, la clave está en los cerdos

No todos los cerditos son iguales, y aquí es donde radica la primera gran diferencia:

• El jamón serrano procede de cerdos de raza blanca; son esos cerdos más cosmopolitas, que no discriminan climas y viven en varios lugares de España.
• El jamón ibérico, un poco más exclusivo, proviene de la raza ibérica; estos cerditos son como los famosos de las películas, se crian solo en la península ibérica y tienen un pedigrí muy particular.

Un vistazo a sus etiquetas

Alimentación y curación: Los secretos de su sabor

¿Sabías que lo que comen estos animalitos tiene un impacto tremendo en tu bocadillo de jamón? Así es:

• Los cerdos del jamón serrano suelen tener una dieta basada en cereales y piensos. Todo muy controlado y equilibrado, como la dieta de una estrella de Instagram.
• Los del jamón ibérico, en cambio, disfrutan de su última etapa paseando por las dehesas y zampándose bellotas a dos carrillos. Vamos, que están en una especie de buffet libre de lujo.

El tiempo es oro, también para el jamón

Tanto tiempo pasan curándose estos jamones que casi podrías invitarlos a un vino por los viejos tiempos. El proceso de curación es otro puntazo a considerar:

¿Qué quiere decir jamón de Jabugo?

• El serrano se toma su tiempo, entre 7 y 16 meses, dependiendo del fiambre y la altitud del lugar donde repose, alcanzando su plenitud sin mucha prisa.
• Por su parte, el ibérico es más de largas esperas, con una curación que va desde los 24 hasta los 36 meses. Hablando claro, que se hace de rogar.

Su impacto en el bolsillo: ¿Cuánto cuesta cada uno?

Para que no te lleves un susto en la caja, hablemos claro de precios. Y es que, amigos, la calidad y la paciencia se pagan:

Comparativa de costes

El jamón serrano es más asequible, que te permite darte un homenaje sin tener que empeñar el reloj. El ibérico, sin embargo, es un capricho para ocasiones especiales o si te ha tocado la lotería.

Consejos para disfrutar de un buen jamón

Porque no todo en la vida es saber diferenciarlos, también hay que saber zampárselos correctamente:

Cómo cortar el jamón

Sea serrano o ibérico, el corte es todo un arte. Usar un buen cuchillo y hacer lonchas finas casi transparentes, que se deshacen en la boca, marcará la diferencia. Nada de chapucerías, que luego viene el arrepentimiento.

La mejor forma de conservarlo

A nadie le gusta un jamón seco y triste. Manténlo en un lugar fresco y seco, cubierto con su propia grasa para que no pierda el toque jugoso. Y, por favor, no lo metas en la nevera como si fuera un simple mortadela.