¿Qué jamón es mejor el de cebo o el de bellota?

¿Jamón de Cebo o de Bellota? La eterna duda

¿Te pones más nervioso(a) a la hora de elegir entre jamón de cebo o jamón de bellota que en la final del mundial de fútbol? ¡Tranquilo(a)! Vamos a diseccionar este dilema ibérico como un maestro jamonero en plena faena.

Los orígenes: ¡Nada como conocer la procedencia!

Para entender la vida, hay que conocer los orígenes, y con el jamón pasa igual. El jamón de cebo viene de cerditos que han vivido la vida loca, pero en la granja, alimentándose de piensos y granos. Por otro lado, el jamón de bellota es el resultado de un reality show porcino donde los cerdos se pasean por la dehesa picoteando bellotas como si no hubiera un mañana.

El sabor: La batalla de las papilas

¿Tienes las papilas gustativas preparadas? Entra en escena el sabor. Si el jamón de cebo fuera una banda de música, sería pop: pegajoso y para todos los públicos. El de bellota, en cambio, es más como el jazz: complejo, con matices y para un paladar más exquisito.

• Textura: Suave en el cebo, más untuoso en el de bellota.
• Sabor: Más suave y homogéneo en el de cebo; intenso y variable en el de bellota.
• Aroma: Discreto en el de cebo; embriagador en el de bellota.

La crianza: ¿Spa o gimnasio?

Imagina que los cerdos pudieran escoger entre un día de spa o una sesión de crossfit. Los del cebo probablemente se quedarían en la sauna (granja), mientras que los de bellota estarían haciendo burpees por la dehesa buscando esos frutos dorados.

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El precio: ¿Ganga o inversión?

Si al oír la palabra "ganga" te brillan los ojos, el jamón de cebo te va a encantar. Ahora, si eres de los que ven un jamón como una inversión a largo plazo, y no te importa invertir unos eurillos de más, el de bellota te está haciendo ojitos.

Para los sibaritas: Calidad y etiquetado

Vamos a ponernos serios un momento. Este tema de la calidad tiene más letras pequeñas que un contrato de telefonía móvil. Así que, atención a la etiqueta: la etiqueta blanca es de cebo 100% ibérico, y la etiqueta roja, eso es de bellota 100% ibérico, la crème de la crème.

El ritual del corte: Todo un arte

Si te crees Picasso cortando un jamón, espera a probar con ambos tipos. El de bellota se corta casi solo; su grasa infiltrada es como el asistente perfecto. El de cebo, aunque más firme, tampoco pone mucha resistencia, pero requiere un poco más de técnica.

Para concluir

Para gustos, los sabores, dicen. Pero ahora que sabes de lo que va cada uno, esperamos que la próxima vez que te enfrentes a la encrucijada del jamón, puedas decir con confianza: "Para mí, ese, el de la etiqueta colorida que me hace guiños desde el estante".

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