¿Qué es más sano el jamón cocido o crudo?

¡Hola, queridos carnívoros y amantes del buen comer! ¿Se han preguntado alguna vez si el jamón cocido es más sano que el crudo? Pues bueno, hoy vamos a desmenuzar (y nunca mejor dicho) este tema para que no os queden dudas la próxima vez que estéis en la carnicería o supermercado, con cara de Hamlet: "Ser o no ser, cocido o crudo".

Todo sobre el Jamón Cocido

El jamón cocido, también conocido como jamón York o jamón de Praga, es un producto que se obtiene del muslo trasero del cerdo. Se somete a un proceso de cocción, que a veces incluye el ahumado, y suele tener menos grasa que su primo el jamón crudo.

Valor nutricional del Jamón Cocido

• Bajo en grasas: una buena noticia para tu corazón y tu cintura.
• Fuente de proteinas: ideal para los músculos, ¡sí a esos bíceps!
• Vitaminas del grupo B: energía para el día a día sin caer en el lado oscuro... del café.

Tabla comparativa de Calorías

¿Y qué hay del Jamón Crudo?

Por otro lado, el jamón crudo, ese manjar que te traslada a los atardeceres de verano en España o Italia, proviene de un proceso de curado salino que dura varios meses e incluso años. Grasoso sí, pero ¡oh!, qué sabor.

Valor nutricional del Jamón Crudo

• Más grasa: pero espera, que no cunda el pánico, se trata de grasas "buenas".
• Alto contenido en sal: importante para la presión arterial, pero ojo con pasarse.
• Antioxidantes: gracias al proceso de curado, tiene un mayor contenido de estos amigos de la juventud.

Tabla comparativa de Calorías

Entonces, ¿cuál es más sano?

¡Ah, la gran pregunta! Aquí va la respuesta más rápida que un repartidor con retraso: depende. Sí amigos, no hay un ganador claro. El jamón cocido suele ser más magro y tiene menos calorías; mientras que el jamón crudo, aunque es más calórico y graso, contiene antioxidantes y un perfil de grasas interesante.

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Dosificación: La clave

Tips para consumir jamón de forma saludable

• Porción controlada: olvídate de sentarte con la pata de jamón y un cuchillo, por muy español que sea.
• Combínalo con vegetales: una rodaja de tomate o unos bastoncillos de zanahoria pueden ser tus aliados.
• Moderación con la sal: especialmente si eliges el jamón crudo, el resto del día procura no hacer un homenaje a la sal.