¿Qué embutido puedo comer si tengo el colesterol alto?

Hola, queridos lectores y amantes del buen bocado que se enfrentan a esa pregunta del millón... ¿y si tengo el colesterol alto? ¡No temáis! Aunque vuestro doctor os haya mirado con ojos de "ni se te ocurra pensar en chorizo", os tengo noticias jugosas... ¡y no son de lomo embuchado! Vamos a descubrir juntos qué embutidos no tienen esa mirada "te voy a subir el colesterol" y cuáles podemos disfrutar sin que nuestro médico quiera desheredarnos.

Embutidos aptos para corazones contentos

Ante todo, tranquilidad y buenos alimentos. Sí, es posible disfrutar de embutidos aunque tu colesterol esté coqueteando con las nubes. Pero vamos paso a paso, como quien selecciona el mejor corte de jamón, con cuidado y cariño.

Apuesta al pavo y al pollo

Para aquellos que se sienten como un globo a punto de despegar al escuchar la palabra "grasa", les presento a los embutidos de pavo y pollo. Sí, suena a menú de dieta, pero que no os engañe su apariencia saludable, ¡también saben delicioso!

• Fiambre de pavo
• Jamoncitos de pollo
• Mortadela de pavo

Las joyas bajas en grasa

Ah, aquellos embutidos que han pasado por un 'reality' de pérdida de peso y salen victoriosos, los reducidos en grasa. No son mito urbano, existen y están aquí para quedarse:

¿Qué tan saludable es el jamón ibérico?

• Jamón serrano (sin la parte grasa, por favor)
• Lomo embuchado
• Cecina (si es de calidad, mejor que mejor)

Tabla: El bien y el mal en el mundo de los embutidos

¿Y qué me como con el embutido?

La vida no es solo embutido, ¡aunque para muchos sea una parte esencial! Cuando te decidas por un fiambre amigable con tu colesterol, no está de más acompáñalo con verduras, frutas o cereales integrales. Os dejo algunas ideas para una sinfonía perfecta en vuestro paladar:

• Brochetas de pavo con tomate cherry, pimiento y cebolla.
• Tostada integral con jamón de pollo y aguacate.
• Ensalada fresca con cecina y nueces.

El dedo advertidor

Ya me imagino vuestras sonrisas pensando en esos embutidos que no os van a hacer la 'peineta' al colesterol. Pero aguantad, valientes... que viene la parte seria. Recordad, moderación es la clave, no os vayáis a zampar un camión de pechuga de pavo, que todo en exceso tiene su pero. Y ya sabéis, cada cuerpo es un mundo, así que no está de más hacerse amigo de un nutricionista que nos guíe en estas lides.

Consejos finales para el colesterol y los embutidos

Os lanzo un guante de desafío: probad a innovar en la cocina y seleccionad esos embutidos que no os van a poner en aprietos. Un buen plato con balance y sabiduría culinaria puede resultar no solo una fiesta para vuestras papilas, sino también para vuestro saludable estilo de vida. Saboread con inteligencia, comensales del siglo XXI, ¡y que el colesterol no os amargue el bocado!

¿Dónde se produce el mejor jamón de España?

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