
Ensalada de Jamón y Rúcula: Receta Fácil y Deliciosa para un Almuerzo Saludable

Índice del artículo
Ingredientes para darle caña a la ensaladera
Ingrediente | Cantidad |
---|---|
Rúcula fresquita | 100g |
Jamón serrano (¡del bueno!) | 50g |
Tomates cherry | 10 unidades |
Queso parmesano | 30g |
Piñones | 20g |
Aceite de oliva virgen extra | Al gusto |
Vinagre balsámico | Al gusto |
Sal y pimienta | Al gusto |
Manos a la obra: Vamos a montar la fiesta verde
Antes de que te pongas el delantal y empieces a cortar como un samurái, lávate las manos y prepara tu cocina para el festín que se avecina.
Primero: La Base
- Empieza por coger esa rúcula y ponla bajo el chorro de agua fría; recuerda que estamos haciendo una ensalada, no plantando un jardín, así que sécala bien.
- Trocea el jamón serrano en tiras o como más te guste, ¡pero por favor, sin usar la sierra eléctrica!
Luego: El Sentimiento (o lo que es lo mismo, el Aderezo)
- Corta los tomates cherry por la mitad, si te ha llegado el alma al plato y los quieres enteros, ¡tú decides!
- Ralla el queso parmesano como si no hubiera un mañana. Si no tienes parmesano, ¿qué tal intentarlo con otro queso? Total, el que manda aquí eres tú.
Finalmente: La Magia
- Echa la rúcula con amor en una ensaladera que parezca salida de un anuncio de tv.
- Dispón el jamón serrano y los tomates cherry. Que parezca que se han colocado solos, de manera natural, sin forzar.
- Ahora es el turno de esas migajas de oro, también conocidas como piñones. Tostarlos un poquito antes es opcional, pero ¿a quién no le gustan doraditos?
- El queso, ah, el queso. Simplemente esparce esa maravilla rallada sobre la ensalada como si fueran confetis en Carnaval.
- Para el grand finale, un chorro de aceite de oliva virgen extra y un toque de vinagre balsámico. La sal y la pimienta, esas dos que nunca deben faltar, que caigan con gracia.
Consejillos de la abuela (esos que valen oro)
¡Oye! Antes de que corras a devorarla, un par de truquillos:
El toque secreto
- Unas gotitas de limón sobre la rúcula le darán ese toquecillo fresco que tu paladar agradecerá.
Conservación glamurosa
- Si te pasa como a mí y cocinas para un batallón, pero solo estás tú y tu gato, no te preocupes: pon la ensalada en un táper y al frigo. Mantendrá su estilo unos días, aunque lo fresco, cuanto más fresco, mejor.

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